Balance 2016 – Seccional «Susana Peta Acevedo» de Agmer

Balance 2016 – Seccional «Susana Peta Acevedo» de Agmer

A nuestros compañeros docentes

A nuestros alumnos

A los padres de nuestros alumnos

Los que vivimos y defendemos la escuela pública llegamos al final de este 2016 en condiciones gravísimas. Fue un año cargado de luchas y de trabajo para defender una educación al servicio del pueblo entrerriano contra el ajuste impuesto por el gobierno nacional y replicado por en la provincia por Bordet y Panozzo.

Comenzamos antes de enero con el enorme ejemplo de la solidaridad popular para las zonas afectadas por las inundaciones. Contingentes de nuestra seccional y filiales trabajaron denodadamente para poder llegar a nuestros hermanos y compañeros inundados con ropas, abrigos, elementos sanitarios, juguetes, libros, alimentos. Mientras, los que tenían la responsabilidad de socorrer no aparecieron ni para la foto; misteriosamente, se apagaron los celulares de todos los funcionarios. Confirmamos una de las grandes enseñanzas de nuestra historia: sólo el pueblo salvará al pueblo. Cada vehículo cargado que salía de nuestras sedes, era un abrazo fraterno, bien cálido que llegaba allá donde el agua había avanzado rompiendo la cotidianidad.

Al mismo tiempo sosteníamos la lucha por reabrir la discusión salarial en vacaciones, a tiempo para no afectar el dictado de clases  y tratar de comenzar el ciclo lectivo con alguna normalidad. No fuimos escuchados, no fuimos respondidos. Vergonzosamente y en actitud sumisa, el gobierno de Bordet esperó la resolución de la paritaria nacional, que pasaría a ser el techo de nuestro acuerdo salarial. Rechazamos por insuficientes y anticonstitucionales cada una de las propuestas salariales recibidas. Es definición y compromiso de nuestra seccional no aceptar jamás los montos en negro que bastardean y corrompen nuestro salario. A pesar del fallo de noviembre de 2014, el FONID sigue siendo una suma en negro. No cejaremos hasta que forme parte de nuestro básico.

El resto de la disputa salarial es conocido. Cuando el congreso de Colón aceptó por una diferencia de 8 votos el salario que hoy tenemos, impusimos una cláusula exigiendo la reapertura para el segundo semestre. A pesar del anuncio de Bordet, a pesar de lo que desplegamos en la lucha, las escuelas siguen dando clase con docentes pobres, cada vez más empobrecidos por la inflación y el ajuste.

Fuimos conscientes que el recorte en educación venía en todos los planos. Antes de iniciar el ciclo lectivo estábamos convocando a asambleas y movilizando para que se garantice la continuidad de los programas socioeducativos nacionales. Esta lucha fue protagonizada no sólo por docentes, talleristas y coordinadores, sino también por los alumnos de los CAJ y CAI, sus familias y hasta ex alumnos.  Poco antes de finalizar el primer semestre logramos los contratos para la continuidad de estos centros. Aún con salarios precarizados y muchas dificultades para el cobro en tiempo y forma. Pero lo logramos con la lucha, unidos y en las calles, con un conmovedor protagonismo y compromiso de los alumnos.

Seguimos exigiendo la declaración de la Emergencia Edilicia y de Infraestructura para nuestras escuelas. Debe disponerse de un presupuesto de emergencia para reparar y sostener cada uno de nuestros edificios escolares. El humo del incendio de la escuela Rivadavia, su salón de actos destruido, son la foto que intentamos evitar con cada denuncia, con cada medida de fuerza en la que reclamamos y advertimos sobre la situación de nuestros edificios escolares. Nunca quisieron escucharnos, nunca quisieron evitarlo. Se nos respondió, a nosotros y a los padres de nuestros alumnos con ninguneo y chicanas. Pudo pasar en cualquier otra escuela, pasó en Rivadavia y sólo el temple de nuestros compañeros garantizó que cada alumno pudiera salir íntegro y confiado de esa circunstancia.

Recién a partir de ese incendio – escandaloso, al ser producto de la desidia, la corrupción y el ajuste- y gracias a la lucha unidos y nuevamente con heroicas muestras de solidaridad, logramos el pequeño triunfo que fue la inversión anunciada por Bordet de 15 millones de pesos en la reparación de 15 escuelas de Paraná. Insuficiente, falta más inversión y faltan muchas más escuelas. No sólo eso, sino que también debimos fiscalizar semana a semana el cumplimiento de ese anuncio. Está claro que sin una lucha de la magnitud que desplegamos, no lo hubiéramos logrado. Los ajustadores no pensaban poner un solo peso en nuestros edificios durante 2016.

Nos cerraron y siguen cerrando grados y cursos. Comenzaron con la medida más reaccionaria y antipopular que podían tomar: el cierre de un grado en la Escuela Hogar. Así, Panozzo y sus vocales políticos firmaron la resolución que los puso a la altura de nuestros peores gobiernos. La Fusiladora del 55 se negó a inaugurar la Escuela Hogar porque había sido un proyecto del gobierno de Perón; durante la dictadura de Onganía intentaron desplazarla para llevar allí el seminario de Tortolo; durante el ajuste menemista, intentaron expropiar parte de sus terrenos, donde los gurises tenían sus huertas y proyectos productivos. Por primera vez,  luego de 13 años sin que se cierre un cargo en nuestras escuelas, el gobierno de Bordet alineado al ajuste de Macri y Bullrich, cerró un grado. Justo en la Escuela Hogar. Esta lucha continúa, las asambleas con los padres demostraron la firme voluntad de nuestras comunidades educativas para que no se quite un solo cargo en nuestras escuelas. Ahí seguiremos estando, resistiendo la descategorización.

Preguntamos repetidas veces, al presidente del CGE, a los vocales políticos, si tienen idea de cuántos entrerrianos en edad escolar están afuera de las escuelas. No lo saben, ni lo quieren saber. El día que publiquen esas cifras deberán ponerse a construir decenas de escuelas y a implementar políticas para garantizar que esos chicos regresen, permanezcan y completen su escolaridad.  Lejos de eso, vacían, recortan y cierran cargos. A contramano de las necesidades, les cierran las puertas.

Dijimos claramente: con el salario no se juega y salimos a la calle cada vez que debimos pelear nuestro sueldo, por el aumento que nos deben, para que reformulen el cronograma, por el doble medio aguinaldo  y, colmo de los colmos, para que corrijan las miles de liquidaciones incorrectas en el sueldo de noviembre y el  SAC de diciembre. Fuimos al CGE a interpelar a nuestra patronal por las liquidaciones con descuentos de 5 mil, 8 mil y hasta más de 10 mil pesos a nuestros compañeros. Primero, intentaron impedirnos la entrada al Consejo, luego nos mintieron que Panozzo estaba de viaje; recién cuando vieron que no nos retiraríamos sin una respuesta, fuimos recibidos por el presidente del CGE. Fue la primera vez en todo el año que pudimos vernos la cara y dialogar sobre los problemas de la escuela pública y de los trabajadores de la educación. A la tarde el gobierno anunciaba el cronograma de rectificación de las liquidaciones. La historia se repitió con el aguinaldo y esta vez reclamamos al ministro de Economía. Estas experiencias nos confirman que si bien no hay que descartar la vía del reclamo y la gestión; lo fundamental  es la lucha ahí donde se toman las decisiones políticas que nos afectan. Y esa lucha es de conjunto, resuelta y protagonizada por las mayorías.

Los funcionarios responden a nuestras demandas con la excusa del déficit en las finanzas y la impotencia frente al recorte en las remesas. Volvimos a indicarles que si se reclama la deuda histórica por el 34% de coparticipación, jamás cumplida por ningún gobierno nacional, habrían recursos suficientes para resolver las necesidades de educación, salud y políticas públicas a favor del pueblo entrerriano. Nos dicen que tenemos razón, pero sostienen la misma política que ha fracasado decenas de veces  y avanzan ajustando a los entrerrianos.

Nos espera un 2017 muy duro. Los propios gobernantes lo reconocen. Para educación, tanto el gobierno de Macri  como el de la provincia han programado un presupuesto de mayor ajuste, recorte y vaciamiento de la escuela pública. A la dureza del ajuste deberemos oponer la mayor organización y unidad para la lucha. Nos comprometemos con una escuela al servicio del pueblo; nuestros esfuerzos por conquistarla deben estar a la altura de nuestros sueños. Es necesario, será realidad.

Compañeros, en el brindis de este fin de año estaremos repasando cada paso dado en estos 365 días y compartiendo los deseos de días más felices para los trabajadores y el pueblo.

¡Feliz Año Nuevo!

Agmer Seccional Paraná

Susana “Peta” Acevedo