Entre Ríos Ahora: Así reconstruyen las aulas para que los chicos puedan estudiar

Entre Ríos Ahora: Así reconstruyen las aulas para que los chicos puedan estudiar

Las escuelas públicas a veces atraviesan situaciones críticas: un vidrio roto que no se repara, una pared que se humedece y no se reemplazan, conexiones eléctricas que colapsan y quedan así, colapsadas, desagües que no funcionan y no se reparan, pupitres rotos que no se arreglan.

Eso pasa en la Escuela N° 3 Bernardino Rivadavia, ese imponente edificio que se ubica en Tucumán y Cervantes, dos plantas muy venidas a menos. Los docentes reclamaron, los padres reclamaron, el sindicato docente reclamó, y nada: nada. Entonces, un papá junto a su hijo tomó lo que tenía a mano, y se puso a reparar lo que pudo, lo que creyó más urgente.

Un día pidió autorización a las autoridades de la escuela, y él solo, junto a su hijo, puso manos a la obra.

Lejos, claro, de los anuncios rimbombantes, de los números extraordinarios, de lo que se dice que se hace por los micrófonos y las cámaras de TV.

“Un aula cada dos días, 130 escuelas en ocho años, una edificio escolar nuevo cada 20 días”, así suele alardear el gobernador Sergio Urribarri respecto de infraestructura educativa en Entre Ríos. La realidad, claro, a veces dista de esos diagnósticos tan benévolos.

La seccional Paraná de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) ha mostrado que no es tan así. “hay riesgo de vida de los chicos en muchas escuelas”, alertó Claudio Puntel, titular del gremio, y citó ejemplos: las escuelas María Elena Walsh, de Colonia Avellaneda; De la Baxada, de Paraná;  Bernardino Rivadavia, una escuela del centro, nada marginal, donde los padres han debido suplantar las ausencias del Estado.

Hay un ministro que dijo que “no se entiende el planteo de los docentes”. A ver Bahl, si estas fotos te ayudan a darte un baño de realidad. Se sigue confirmando lo que decimos siempre: “la escuela pública sigue de pie porque la sostenemos los trabajadores de la educación, los padres y los alumnos”. Seguiremos luchando para que el estado garantice una educación al servicio del pueblo.

A mediados de junio, la Escuela Rivadavia elevó un reclamo al subsecretario de Arquitectura, Julio Arduino, con un pedido urgente: la reparación de los desagües del comedor.

Arduino fue, vio, y prometió soluciones, aunque no inmediatas, y para responder las urgencias respondió con una de esas frases de campaña del Gobernador.

Dijo Arduino: “Como dice nuestro gobernador, hemos hecho mucho pero nos queda muchísimo por hacer porque tenemos que dar soluciones a todas las escuelas de la provincia”.

Bueno, al parecer la Escuela Rivadavia sigue en esa franja de lo “muchísimo por hacer”.

Y así fue como un papá empezó a reconstruir lo que pudo, lo que el Estado no hizo, lo que los funcionarios olvidaron.

Las fotos de esa reconstrucción artesanal de la escuela, de modo que los chicos puedan estudiar en un sitio más o menos digno, fueron posteados en su cuenta de Facebook por el titular de Agmer Paraná, Claudio Puntel.

Lo hizo con esta declaración, dirigida al ministro de Gobierno, Adán Bahl.

“Hay un ministro que dijo que no se entiende el planteo de los docentes. A ver Bahl, si estas fotos te ayudan a darte un baño de realidad. Se sigue confirmando lo que decimos siempre:  la escuela pública sigue de pie porque la sostenemos los trabajadores de la educación, los padres y los alumnos. Seguiremos luchando para que el Estado garantice una educación al servicio del pueblo”

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.