Una corte suprema al servicio del poder político y las patronales

Una corte suprema al servicio del poder político y las patronales

Una corte suprema al servicio del poder político y las patronales

Vemos con gran preocupación la asunción de Carlos Rosenkrantz a la presidencia de la Corte Suprema de Justicia. Una corte suprema que nunca se ha caracterizado por su independencia del poder político, del poder económico, ni por la defensa de los Derechos Humanos, ahora se perfila hacia la profundización y agravamiento de esa línea de acción.

Rosenkrantz llega de la mano del gobierno de Macri. En todo juicio laboral siempre falló en contra de los trabajadores y a favor de las patronales. Fue defensor de genocidas, impulsor del 2X1 y niega la imprescriptibilidad de los crímenes de lesa humanidad. También es accionista y ex rector de la elitista Universidad de San Andrés, que tiene en sus manos la capacitación de “Líderes educativos” destinada a docentes en función directiva.

Lejos de significar un avance en la democratización y la independencia de la justicia, la presidencia de Rosenkrantz en la CSJ es la garantía que necesita el gobierno de Macri para avanzar en sus políticas de ajuste, flexibilización laboral, impunidad, represión, privatización del sistema educativo y concentración de las riquezas.

Frente a estos movimientos, nos declaramos en alerta y dispuestos a luchar para impedir cualquier acto de injusticia.

Junta Ejecutiva Agmer Paraná