18 de mayo: Batalla de Las Piedras
Una fecha importante para el pueblo Charrúa en pie y para los pueblos litoraleños que buscamos resignificar nuestra historia
Compartimos una reseña realizada por la compañera docente Gladys Do Nascimento (Ukaivbera-P.N Charrúa de E Rios) con motivo del recordatorio de la Batalla de Las Piedras.
«Conmemoramos honrando a nuestros ancestros que lucharon en la batalla de Las Piedras, no solo por nuestra libertad; sino la de criollos y mestizos de estos territorios hoy llamado litoral argentino y la República Oriental del Uruguay, por entonces Provincias Unidas del Río de la Plata, o también nombrada como las Provincias Xis Platina.
El Gral. José. G. Artigas y su Ejército Grande de la otra Banda, –integrado en su mayoría por Charrúas, afros, Guaraníes, Querandíes, Mocovíes, Sanaviron, Camiares, mestizos y desertores de las milicias españolas– es obligado a enfrentarse a la otra orilla del Plata por el Coronel Francisco J. De Elio, gobernador de Montevideo, quien respondía a Fernando VII, como también el ejército de Buenos Aires.
Estos, además, ya habían declarado romper sus vínculos con España y conformaban el primer gobierno patrio de la Junta Grande, aún poco fortalecido por las disputas internas de las porciones porteñas quienes se debatían entre responder a España o a Inglaterra.
La batalla de Las Piedras se desarrolla el 18 de mayo de 1811 en las cercanías de Montevideo, en la localidad que hoy aún lleva ese nombre.
Fue un triunfo para Artigas y nuestro ejército originario, dando lugar a lo que conocemos como el sitio de Montevideo.
A pesar de la disparidad geográfica, de armamentos y mas de cien desertores, entre milicias española y artiguista, las estrategias orientales fueron certeras.
En la Pirámide de Mayo en la ciudad de Buenos Aires, existe una única placa, de bronce, de 85 cm de largo y 57 cm de alto, colocada sobre su lado oeste. Todo su contenido son dos nombres: Felipe Pereyra de Lucena y Manuel Artigas primo del general muerto en batalla. Estos nombres fueron inscriptos en la Pirámide durante la presidencia del Dr. Carlos Pellegrini, en 1891.
Resaltamos aquí la humanidad y valor a la vida del gran Artigas y nuestros antepasados quienes curaron y alimentaron a los capturados y desertores heridos cuando podrían haber tenido otro destino feroz. Lo hicieron en esta y otras oportunidades.
Recuperar m’ojendahau, nuestra memoria, es *animarnos a reescribir nuestras propias historias*. Desde la humildad y sencillez por fuera de lo académico con m’ej nuestra propia voz. Es también recrear los valores que subyacen y deben ser observados frente a las historias que nos demonizan.»
Ukaivbera-P.N Charrúa de E Rios