El presidente del CGE se reunió con “Padres Organizados”. Y desde la docencia nos surgen muchas preguntas…
Una reflexión para compartir, analizar y generara debates e intercambios. Se trata de un texto elaborado por la compañera María José López Ortiz desde la Escuela de Formación Susana “Peta” Acevedo de la Seccional Paraná de Agmer.
¿A quiénes representan dichos padres? ¿A qué escuelas van sus hijos? ¿Qué intereses sectoriales o partidarios hay detrás? ¿Será que detrás del discurso oficial de este gobierno que dice defender la escuela pública, se puede entrever cierta complicidad o presiones de quienes entienden la educación como un negocio privado y particular?
¿Cuánto tardaron estos padres en conseguir la audiencia? (Como docentes no fuimos convocados durante todo un año a pesar de numerosas solicitudes y reclamos).
¿Qué incidencia real tendrá lo dialogado en esa reunión en las decisiones que se tomen en política educativa? ¿No será apenas un montaje para la tribuna, para generar una imagen de diálogo y conciliación? ¿O para que, ante las consecuencias de volver a la presencialidad, se pueda responsabilizar a otros que no sea el propio gobierno con sus decisiones?
¿Cuál es el proyecto educativo de este gobierno? ¿Sostener la presencialidad a cualquier costo? ¿No debería ser un proyecto de brindar las condiciones reales para lograr situaciones de enseñanza significativas sean en la presencialidad, la virtualidad, la bimodalidad o la alternancia, atendiendo a criterios epidemiológicos serios, y no a oportunismos partidarios o sectores que solo defienden intereses particulares y mezquinos?
¿Qué lugar ocupan las voces de las infancias y adolescencias en todo esto? ¿No será hora de darles ese lugar que se merecen como destinatarios de la educación, esa educación que un montón de adultos pretenden manejar a su conveniencia?
¿No es éste un antecedente de apertura hacia sectores no sindicalizados ni con personería gremial? ¿Qué viene después, que Müller se reúna con los “docentes disidentes”? ¿Que pisotee las estructuras de representación? ¿Que cada escuela, en su individualidad, vaya, golpee puertas y espere ser atendida por las autoridades del CGE? ¿Que en algunas comunidades haya docentes con más llegada a los medios o padres más insistentes hará que consigan una audiencia rápidamente? ¿Acaso cada persona o escuela o grupo no tiene el mismo derecho de que sus reclamos sean atendidos? ¿Pero tendrán las mismas oportunidades de ser recibidas?
Como docencia organizada, defendemos nuestras instancias de representación colectiva, en cada asamblea, en cada congreso, en cada miembro paritario que se sienta a dialogar con el gobierno, por condiciones salariales y laborales, cuando el gobierno se digna convocar. Y cada logro, por mínimo que sea, repercute en toda la docencia. Y lo mínimo que esperamos de las autoridades educativas es que respeten nuestras organizaciones de base. Que las mesas de diálogo sean mesas representativas, amplias. Reuniones a discreción con sectores aislados ante una problemática tan compleja no suman a la resolución de la misma. De esta salimos en conjunto, ni padres organizados por su cuenta, ni escuelas aisladas peleando por su caso particular. Estudiantes, familias, docentes y sindicatos. Colectivamente.
María José López Ortiz
Secretaria de Educación Ambiental de Agmer Paraná
Escuela de Formación Susana “Peta” Acevedo