A 34 años de la Histórica Marcha Blanca
23 de mayo: Día de los trabajadores y trabajadoras de la Educación
¿Por qué es tan importante para los y las docentes el 23 de mayo? ¿Qué pasó hace 34 años?
«En el año 1988 se produce uno de los hechos políticos más importantes en la historia de la docencia argentina: el atraso y la fragmentación salarial dieron lugar a una huelga nacional que duró cuarenta y dos días. Frente a las presiones del gobierno para desarticular esta lucha, la CTERA decide organizar una gran movilización que lleva a decenas de miles de compañeras y compañeros a recorrer el país en diferentes columnas durante cinco días, confluyendo en la ciudad de Buenos Aires el 23 de mayo. La Marcha Blanca contó con el apoyo de la CGT y de la sociedad recibiendo muestras de solidaridad en cada pueblo que recorría.» (AGMER, Cuaderno de apuntes 2021)
Fue un hecho histórico, por su contundencia y porque se logró acordar un nomenclador básico común y unificar el salario en 21 de las 25 jurisdicciones.
A partir de entonces, cada 23 de mayo recordamos el día de los trabajadores y trabajadoras de la educación. Nuestro día.
Muchos de quienes hoy se inician en la docencia, no habían nacido en 1988, pero son herederos y herederas de esta historia de lucha, de este camino compartido.
Decir trabajadores y trabajadoras de la educación es decir maestro, maestra, profesor, profesora, docente, educador, pero va mucho más allá. Porque implica reconocernos como clase trabajadora, sentirnos parte de un colectivo mucho mayor y reconocer que todos los derechos conquistados son parte de una lucha histórica.
El fruto de nuestro trabajo no se ve en lo inmediato, no se pesa ni se mide, ni se compra — aunque algunos intereses mesquinos pretendan mercatilizarlo–. La lógica de mercado no es compatible con la dignidad del trabajo docente. Porque con nuestro trabajo florecen los sueños de las nuevas generaciones y se gestan las luchas que nos faltan dar, para habitar mundos más justos.
Junta Ejecutiva Agmer Seccional Paraná «Susana Peta Acevedo».