AIM: Gervasoni y Santana denunciaron acuerdos entre el gobierno y las dirigencias de Agmer y Ate

La complicidad de la burocracia sindical enquistada en las asociaciones Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) y de Trabajadores del Estado (ATE) devela una compleja trama de afiliaciones ilegítimas que sabotean la voluntad de los trabajadores de los sectores que representan, denunciaron a AIM Alejandra Gervasoni y Roque Santana, referentes de la agrupación Rojo y negro, quienes advirtieron que la cooptación de las estructuras por serviles al gobierno atenta contra los derechos de la clase trabajadora.

AIM: Gervasoni  y Santana denunciaron acuerdos entre el gobierno y las dirigencias de Agmer y Ate

La oscura trama de las afiliaciones sindicales involucra a las dirigencias provinciales de Agmer y ATE en un escándalo sindical, ya que en los padrones electorales de ambos gremios se observan las obscenas incorporaciones de dirigentes y punteros de otras instituciones. Entre los ejemplos más claro de los nuevos adherentes se destacan el secretario general de Agmer, Fabián Peccín, y su partenaire Sergio Elizar, entre otros reconocidos burócratas sindicales y punteros políticos.

La libre agremiación “tiene como fin la libertad sindical lo que es justo y legítimo, pero en este caso los docentes de la CDC que están en padrón de ATE no trabajan en la administración del Estado por lo que su afiliación no razonable”, dijo a esta Agencia Santana, quien explicó que esta deshonesta sindicación “tiende a sumarles votos al oficialismo en el marco de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) que conduce Hugo Yasky”.

En ese sentido, recordó que en la última elección de Agmer la agrupación Rojo y negro creció en 800 votos de cuando ganaron y, sin embargo, perdieron “porque sucedió algo parecido a lo que pasa actualmente en ATE, es decir, aparecieron en el padrón municipales de Paraná, empleados administrativos como ordenanzas de la Universidad Autónoma de Entre Ríos (Uader) y otros que no se sabe su trabajo en esa casa de estudios quienes están vinculados al gobierno y agrupaciones políticas ‘transversales’, a quienes les pagan con horas cátedra de Superior y los afiliaron”.  Para exponer más aun crudamente la obscena complicidad de Integración con el gobierno, Santana rememoró que en Bovril el intendente (el día previo a las elecciones) entregó la boleta de Peccín, acción que se presentó como un síntoma, ya que esa práctica “ocurrió en otras localidades como en Viale, donde ofrecieron casas desde el municipio a cambio de estar en la lista de Integración,  lo que es gravísimo y dañino para la democracia sindical”.

Debilidad de las conducciones obsecuentes, que se enquistan con votos ilegítimos

“Hay una clara debilidad en las conducciones cuando cierra el padrón de un gremio con afiliados de otros sindicatos para lograr mayoría, para quedarse callados y mantener el statu quo consideró Gervason, quien subrayó que las desprolijidades de quienes están acostumbrados a estas estrategias “se viven tanto en ATE como en Agmer, conducciones de la CTA de Yasky , aliadas con el gobierno”, pero señaló que esas irregularidades no se olvidan ni permanecen en el silencio cómplice sino que son y serán sistemáticamente denunciadas, ya que hay un control exhaustivo de los procesos más allá “de que hay personajes quienes manejan las computadoras del sindicato que esperan que la minoría no este para sentarse en la maquinas a revisar, una onda lagomarsiana”.

Al respecto, Santana remarcó que la Rojo y negro no duda de la representación que tienen, ya que “por algo Integración suspende un paro y hay 10.000 docentes manifestándose en los días posteriores con marchas masivas y una gran muestra de dignidad más allá de quién conduzca el sindicato”. Ante esta cartografía,  Santana instó a que las elecciones en Agmer “sean internas abiertas”, para demostrar que la Rojo y Negro “cuenta con el apoyo de la mayoría de la docencia entrerriana, como ya se observó con las elecciones para vocales del sector para el Consejo General de Educación”.

Obsecuencia sindical y decadencia 

Cuando la casa está tomada por la burocracia gremial, que se impone oscura y confusamente en las elecciones como en Agmer y ATE, el gobierno “tiene la tranquilidad para aplicar políticas oficiales que atentan contra los derechos de los trabajadores y del pueblo”, aseguró el paritario por la minoría Rojo y negro y ex candidato a secretario general.

Al respecto, Gervasoni ilustró: “hay dirigentes que apoyan al gobierno de Sergio Urribarri desde la Reforma Tributaria y permiten que nos metan constantemente las manos en los bolsillos; esos mismos son quienes ocultan fallos que benefician al colectivo de los trabajadores y permiten que el gobierno provincial se lave las manos con el blanqueo del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid) y realizan arengas (partidarias del Frente para la Victoria) antes de las elecciones de congresales, que no sólo cambian mandatos, sino que realizan ditirambos del partido del gobernador y, así, consiguen afectaciones políticas para trabajar para el oficialismo, lo que para muestra sobran botones…”.

Pero la complicidad sindical no se reflejó en las urnas en las Primarias, Abiertas Simultáneas y Obligatorias, ya que “se notó que a Sergio Urribarri no le fue bien en las elecciones porque salió, casi,  a apoyar a los docentes con las medidas de fuerza mientras nos persigue y dispone medidas que la penalizan, por lo que es un gran cara dura”.

Ante ese escenario, Santana aclaró que más allá del alquiler de la superestructura existe un movimiento “que viene de abajo, construido desde las bases, que responde a los mandatos de las mayorías, que realmente independencia del patrón que son los gobiernos nacional y provincial”.