Crónica de una Posibilidad – La Modalidad de Jóvenes y Adultos como posibilidad. Escuelas inclusivas

Crónica de una Posibilidad – La Modalidad de Jóvenes y Adultos como posibilidad. Escuelas inclusivas

Mientras cae la tarde y muchos regresan a sus hogares culminando la jornada escolar, otros comienzan la actividad en esas aulas más despobladas del bullicio habitual.

El sol se despide con sus últimos rayos de luz y la noche se presenta descubriendo nuevos espacios. Más allá del patio, del mástil o la galería. Las luces se encienden en las aulas, algunos bancos se ocupan y las voces se confunden con los sonidos que la noche deja filtrar por las ventanas.

Las escuelas nocturnas abren sus puertas a quienes buscan allí la posibilidad, la oportunidad que en algún momento no tuvieron. Jóvenes y adultos llegan con sus historias de vida, algunos cansados después de un día de trabajo, otros dejando sus hijos en casa, o llevándolos. Otros buscando construir esos logros que no encontraron en otros espacios.

Algunos desafiando fracasos. Muchos soñando destinos.

Los docentes conocen a cada uno. Saben de aquel que no vendrá por unos días porque consiguió un trabajo temporal, saben de aquella que debe cuidar a sus hermanos, saben de quien vendrá todos los días. Y también saben de quien no volverá.

Los esperan cada día, y más que una clase comparten ese pedacito de vida. Algunos preparan el mate, quizás un sándwich o unas galletitas les convidan. Y ese mínimo gesto, muchas veces significa “aquí hay un lugar que es tuyo”, hay una posibilidad que te espera.

No importa de dónde vienen, cuantos años repitieron o porqué dejaron la escuela. No importan los diagnósticos que dicen que no podrán, no importan las diferencias. Importa el deseo, el esfuerzo y la oportunidad.

En las escuelas secundarias nocturnas, sólo el 30% de los ingresantes culminan el ciclo lectivo. Muchos deben priorizar sus responsabilidades familiares o laborales en el camino. Con suerte se inscribirán al año siguiente y volverán a intentar.

La modalidad  de Jóvenes y Adultos intenta garantizar la igualdad brindando la posibilidad de finalizar los estudios primarios o secundarios  a quienes por alguna razón o situación particular no pudieron hacerlo en otro momento de sus vidas.

Esta modalidad es una de las que más trabaja en pos de la igualdad de oportunidades y de la inclusión.

 En las escuelas primarias nocturnas, la mayor parte de la matrícula es especial. Ya no es como antes, donde concurrían adultos que por alguna razón no habían terminado la escuela primaria.

No, la mayoría son personas con alguna discapacidad o dificultad en el aprendizaje, que han quedado fuera del sistema en algún momento de sus vidas y vuelven por esa posibilidad que les da la modalidad de jóvenes y adultos. Y en esas escuelas, generalmente sólo hay tres maestros, uno por cada ciclo.

Esos maestros son maestros comunes, que integran, que atienden de manera personalizada cada necesidad de esos alumnos.

Ahí está la verdadera inclusión. Ahí está la innovación, en esos maestros que acuden a su ingenio para disponer de recursos que no tienen.

Desde una mirada de la Educación Especial vaya el reconocimiento a aquellos maestros y profesores que día a día, brindan la posibilidad a jóvenes y adultos de soñar un futuro mejor, de construir oportunidades.

Gracias por acompañar en el trayecto con un gesto, con una mano en el hombro, con una sonrisa y una palabra de aliento.

A aquellos que cuando la oscuridad de la noche invade la escuela, encienden la luz de la esperanza.

Gracias por ser artícifes de esa posibilidad.

                                                                                                    Secretaria de Educación Integral

                                                                                                          Seccional AGMER Paraná

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