Día de la libertad de los ríos 2023
A 26 años de la sanción de la ley 9.092 (1997 - 2023)
Bajo el lema «Hacia la soberanía de los bienes comunes», se desarrolló el pasado 26 de octubre, la 12ª Jornada «Por la libertad de los ríos», organizada por nuestra Seccional junto a la Secretaría de Bienes Naturales Comunes de AGMER CDC. En el marco natural que ofrece el Parque Urquiza de nuestra ciudad, desde las 9 y hasta las 16 se concretaron diversas actividades para las escuelas participantes (caminatas, charlas, talleres. exposiciones, feria saludable). En la apertura se leyó un documento elaborado en conjunto con diversas organizaciones, el cual compartimos a continuación.
Este nuevo aniversario de la sanción de la Ley 9092 antirepresas, nos convoca a celebrar y poner en valor aquel hito histórico de la lucha por la defensa de los ríos de llanura Paraná, Uruguay y Gualeguay y su patrimonio natural, cultural y social; que fue un logro de la participación ciudadana y el compromiso socioambiental de la comunidad entrerriana.
El Río Paraná es uno de los cuatro ríos más grandes del mundo, conformando el Sistema de humedales que comparte con el río Paraguay desde el gran Pantanal, cumpliendo funciones ecosistémicas que se traducen en invalorables beneficios ambientales para millones de personas y otra infinidad de organismos vivos que habitan en su entorno. También integra el ciclo del agua del Acuífero Guaraní, una de las reservas de agua dulce más importantes del planeta.
Nace en Brasil, pasando por Paraguay y en Argentina, confluye también con el río Uruguay, formando el estuario del Río de la Plata. Aloja una gran biodiversidad en sus aguas y en sus islas, así como en sus costas. Atraviesa áreas densamente pobladas e intensamente industrializadas; convirtiéndolo en un río estratégico a nivel político, económico y sociocultural.
La libertad del Río Paraná, hoy consagrada en nuestra Constitución Provincial, en el artículo 85, fue seriamente amenazada hace veintiseis años por un proyecto de mega represa hidroeléctrica. De construirse esta represa hubiera provocado daños ambientales y sociales en el valle de inundación del río, modificación de su sistema hidrológico y natural de funcionamiento, de sus humedales y ecosistemas asociados, produciendo la ruptura de la conectividad biológica de todo el sistema.
Gracias a la movilización y resistencia social que, llegó incluso a la necesidad de un pronunciamiento de la Justicia Federal, nuestro Río Paraná continúa navegando hacia el mar de manera libre, por eso decimos “nuestra vida son los ríos que llegan libres al mar”.
Sin embargo, hoy existen otras amenazas que atentan contra esa consagrada libertad de sus aguas.
Por un lado, un reformulado proyecto hidroeléctrico –denominado “Aprovechamiento hidroeléctrico sustentable En un Río de Llanura”, construcción de un puente que une Paraná con Santa Fe, endicamientos viales a gran escala, profundización de dragados, construcción de nuevos puertos y otras ampliaciones de la Hidrovía Paraguay-Paraná que, además del impacto ambiental, profundizan la pérdida de soberanía de nuestros ríos.
Por otro lado, la presencia de agroquímicos en sus aguas y en sus barros; la contaminación térmica y química a causa de la actividad termal; la intensa actividad minera de extracción de arenas silíceas para fracking, contaminación con macro y microplásticos, por efluentes cloacales e industriales sin tratamiento. Asimismo, los arroyos, riachos y lagunas que llegan con sus aguas al río, muchas veces, tampoco lo hacen libres pues se encuentran canalizados o entubados y, existe una gran interrupción del paisaje costero por construcciones privadas, emprendimientos, instituciones, etc. que no permiten una real conexión de la ciudadanía con el río.
Decir libertad de los ríos es pedir también por una ley que proteja y promueva la conservación de los humedales con herramientas de política ambiental adecuadas y principios que inspiren el accionar de quienes deciden las políticas públicas, con real participación de las personas que viven y aman estos ecosistemas.
Debemos mencionar también que muchas áreas protegidas urbanas son arrasadas, los negocios inmobiliarios y agropecuarios avanzan sobre áreas verdes.
Frente a los discursos que proponen al mercado como salvador de la crisis, decimos que los bienes naturales no son mercancía, que la lógica del mercado es la que ha llevado a destruir y explotar sin control. Y que librar los bienes comunes a esta lógica del mercado también es entregar soberanía.
Defender los bienes naturales comunes es defender lo público, es abrazar las luchas por la educación pública, la salud pública, los derechos humanos y la justicia social.
No hay justicia social sin soberanía alimentaria y no hay soberanía si las multinacionales son dueñas de nuestros ríos. Por eso exigimos la soberanía sobre nuestros ríos, porque el colonialismo fue y será el mayor responsable de la destrucción de bienes comunes en Latinoamérica.
Promovemos la participación activa de la ciudadanía en el ejercicio de sus derechos a vivir en un ambiente sano, equilibrado, apto para el “buen vivir”, (principio sustentado por nuestros pueblos originarios); donde las actividades humanas se den en armonía con el entorno, que permitan mejorar la calidad de vida de las generaciones actuales y satisfacer sus necesidades sin comprometer las de las generaciones futuras; asumiendo también el deber de preservar ese lugar compartido con otros seres y de una enorme riqueza biológica y cultural.
Por ello, pretendemos:
- ríos que corran libres hacia el mar, sin obras de infraestructuras que limiten su curso, afecten la biodiversidad, desplacen poblaciones, acarreen enfermedades y agraven el cambio climático.
- arroyos vivos, libres de obras de infraestructuras para que sean espacios de encuentro con la diversidad social y biológica
- aguas limpias y potables a partir de un mayor control y limitación de las actividades termales e industriales, y la prohibición de vertidos sin tratamiento a las aguas de los ríos de productos tóxicos, químicos y biológicos
- protección y conservación del Delta del Paraná, valorando los beneficios ambientales que brinda por sí mismo, con una implementación del PIECAS y su real funcionamiento interjurisdiccional.
- un borde costero libre para toda la ciudadanía, respetando la zona de acceso público, sin usurpaciones ni alambrados ilegales
- el cuidado y la preservación de los recursos pesqueros
Necesitamos ser partícipes de la construcción y exigencia de políticas de transición desde el extractivismo y el mal desarrollo hacia la producción sustentable y el consumo responsable, siendo conscientes de que compartimos un único destino y una misma Madre Tierra.
Necesitamos crear fuertes lazos de solidaridad y confianza, ser agentes de cambio, multiplicadores de actitudes y protagonistas del derecho-deber constitucional que tenemos en relación al ambiente, a nuestra Madre Tierra porque creemos que otras sociedades y otros mundos hoy son no sólo posibles sino imprescindibles.
Agmer Seccional Paraná “Susana Peta Acevedo”
Secretaría de Defensa de Bienes Naturales Comunes de Agmer
Agmer Comisión Directiva Central
Docentes “Por la libertad de los ríos”;
Fundación Eco Urbano;
Foro Ecologista de Paraná;
Ecoclub Paraná;
Unidad de Vinculación Ecologista – Fundación La Hendija
Fundación CAUCE: Cultura Ambiental – Causa Ecologista
Parque Escolar Rural Enrique Berduc
Cuidadores de la Casa Común
PEX (Proyecto de Extensión de FCyT y FHAyCS de UADER “Reserva Natural Protegida Escuela Alberdi”)
Programa Provincial Cultura del Agua