Compañeros y compañeras, celebramos este 1°de Mayo con la convicción de sentirnos herederos de una tradición de luchas que como clase trabajadora defenderemos. Al mismo tiempo, seguimos levantando las banderas por aquellos derechos que nos quedan por conquistar, en el camino de vivir en una sociedad más justa y democrática. 

Somos maestros y maestras del pueblo, convivimos con nuestras comunidades, y compartimos sus alegrías y felicidades. Defender la escuela pública como principio significa pelear porque nuestras y nuestros gurises cuenten con la posibilidad de multiplicar sus futuros. Luchamos a diario como clase trabajadora para que las nuevas generaciones puedan vivir en mejores condiciones. Lo hacemos cuando exigimos condiciones dignas en las escuelas y cuando desde las trincheras del aula sostenemos los procesos de enseñanza y aprendizaje, incluso en las situaciones más adversas.  

Sin embargo, este 1° de Mayo nos encuentra sumidos en una crisis verdaderamente compleja que hace cada vez más difícil imaginar un futuro mejor. La escalada inflacionaria de las últimas semanas agudizó la situación de inestabilidad económica que viene golpeando nuestros salarios desde hace años. El origen de esta situación tiene un componente económico y otro político. Los grupos de la economía concentrada y las disputas políticas generan un escenario propicio para que se beneficien los mercados financieros a costa de nuestro empobrecimiento. Tal como viene sucediendo con el pago al FMI, cuyas políticas de ajuste se cumplen al pie de la letra.  

En términos salariales, recordamos que el acuerdo salarial firmado en este año contempla un 40% que se completará con los haberes de mayo, cuando percibamos el 13% restante. A mediados de mayo, conocido el índice de inflación del mes de abril, se reabrirá la paritaria para evaluar cómo quedó nuestro salario en función de la inflación, y ajustar de ser necesario, para quedar por encima. Una vez conocida la inflación acumulada del primer semestre, en julio, el gobierno deberá recomponer superando un 5%. 

Transitamos tiempos difíciles. Son múltiples los discursos que circulan sobre el papel que debe cumplir el Estado, cuyas consecuencias impactan directamente sobre nosotros como trabajadores y trabajadoras. Discursos que prometen sin ningún empacho reformar la caja de jubilaciones para extender la edad jubilatoria, realizar un ajuste drástico en las políticas públicas (salud y educación)y promover una reforma laboral para dar por tierra con derechos históricos de la clase trabajadora como la indemnización por despido. Esto, tal como lo han prometido, irá acompañado por el uso de las fuerzas armadas de ser necesario.  

Estas son las circunstancias históricas que nos tocan vivir. Desde la seccional Paraná de Agmer los saludamos compañeras y compañeros en su día, con la convicción de saber que cuando los tiempos son adversos, como colectivo organizado daremos las batallas necesarias para defender los derechos que nos asisten junto a los demás trabajadores de nuestro pueblo y de los pueblos de Latinoamérica. Tenemos una historia que nos precede y la certeza de que la única lucha que se pierde es la que se abandona.