La violencia de los cobardes

La violencia de los cobardes

Desde Agmer Seccional Paraná nos solidarizamos con el compañero docente Elio Kohan, de Colonia Avigdor y repudiamos la agresión sufrida a manos de una persona relacionada con la Fundación Judaica vinculada al Ministro Bergman, nada menos que un día después de que la Justicia Entrerriana ratifique el fallo que impide fumigar a 1000 metros por vía terrestre y a 3000 por vía aérea de las escuelas rurales entrerrianas.

¿Hasta dónde pretenden llegar los dueños del agronegocio? ¿Creen que con la violencia física pueden callar la verdad? Nuestro compañero Elio ya venía siendo víctima de amenazas en su propio pueblo, por ser una de las tantas voces que, en la provincia, denuncian las consecuencias de un modelo productivo insustentable.

Reinvindicamos la tarea docente y militante de nuestro compañero y nos sentimos parte activa en esta lucha por el derecho a la salud y a un ambiente sano de toda la población entrerriana junto a numerosos colectivos, foros y asambleas.

Hemos asumido el compromiso con la educación ambiental a través de capacitaciones docentes, ferias de alimentos saludables y presencia en las rondas de los martes para decir Basta es Basta, hay alternativa, agroecología.

La violencia de los cobardes que hoy ha sufrido Elio en su persona, nos afecta a toda la docencia y a toda la ciudadanía de la provincia, nos pone en alerta y a la vez nos fortalece para que la voz de denuncia y de propuesta se escuche cada vez más. Quienes cierran sus oídos a escucharla, podrán esgrimir sus argumentos y seguir defendiendo sus intereses económicos particulares, pero deberán hacerse cargo de las consecuencias que sus acciones generarán en el corto y largo plazo.

Como trabajadores de la educación con conciencia y solidaridad de clase, tenemos en claro quién es el verdadero enemigo: el sistema extractivista y depredador defendido por políticos y terratenientes y en muchos casos, hasta por víctimas del mismo sistema que creen ver progreso y bienestar detrás del envenenamiento y el desarraigo. Tenemos aún una ardua tarea por delante: descolonizar el pensamiento y abrir el corazón.

Sepan que por cada acto de violencia de parte de los cobardes habrá voces de repudio y propuestas valientes que, desde el amor y la construcción colectiva, dignifiquen aún más la lucha.

 

AGMER PARANÁ