Por la soberanía de nuestros bienes naturales comunes
13ª Jornada Por la libertad de los ríos
Compartimos el documento consensuado con las organizaciones socioambientales con motivo de un nuevo aniversario de la Sanción de la Ley 9092 que declara a los ríos de nuestra provincia libres de nuevas represas.
Hace 27 años, un proyecto de represa hidroeléctrica sobre el Paraná Medio amenazó la vida de este río, su biodiversidad y su identidad. Pero un pueblo organizado dijo No a las represas y luchó por la libertad del Río Paraná, recorriendo calles y ciudades para concientizar sobre el impacto de la represa sobre un río de llanura.
Hace 27 años, la lucha de este pueblo tuvo su fruto, plasmado en la ley 9092 que protege a los ríos de nuestra provincia de nuevas obras de represamiento. Pero también el fruto estuvo en la construcción de colectivos y movimientos ambientales que siguieron abriendo camino y dejando huella en nuestra provincia. Colectivos que, con distintos estilos e improntas, asumimos la pedagogía del cuidado, la promoción de ciudadanía ambiental y el trabajo en red para conocer y cuidar no solamente nuestros ríos, sino también nuestro suelo, nuestra flora, nuestra fauna, nuestros humedales; que sería lo mismo que decir, cuidarnos a nosotros/as mismos/as.
Porque no podemos entendernos por fuera o por encima de estos ríos, de este ambiente que intentamos proteger. Somos río, somos naturaleza. Somos entrerrianas, entrerrianos, entrerrianes que habitamos esta tierra de agua.
Herederos y/o protagonistas de esta historia, este colectivo de organizaciones que hoy nos reunimos para celebrar el “Día de la libertad de los ríos”, vemos con satisfacción todo lo que se ha construido en Educación Ambiental, desde cada aula, desde cada proyecto docente, desde cada acción militante en las calles y en los espacios culturales, gremiales, legislativos, desde cada política educativa que priorizó la mirada de la transversalidad.
Pero vemos también con preocupación que se difundan cada vez más los discursos que niegan el impacto humano en los problemas ambientales y que las políticas de estado y las decisiones del mercado apunten hoy, claramente, y sin disimulo, a la destrucción de la naturaleza en pos de los negocios. Nos preocupa que se liberen nuestros territorios a cualquier tipo de explotación, bajo excusas de necesidades energéticas, nos preocupa que se atente contra nuestra soberanía territorial abriendo las puertas a inversiones extranjeras sin ningún tipo de regulación ambiental. Nos preocupa también que proyectos como el RIGI (hoy ya convertido en ley) amenacen, no solo a las pequeñas empresas, a los bienes naturales (reducidos a meros “recursos” explotables) sino también a toda la legislación que pueda ser obstáculo para sus pretensiones empresariales. Y aquí se encuentra nuestra preciada ley 9092, fruto de tanta lucha colectiva.
Hoy, todavía tenemos la dicha de contemplar y disfrutar de este río Paraná con toda su majestuosidad y riqueza. Pero eso no sería posible si en 1996 y 1997, un grupo de ciudadanos organizados no se hubiera despertado a tiempo para impedir el proyecto Paraná Medio que una empresa norteamericana junto al gobierno nacional ya estaban a punto de iniciar.
El actual escenario político en nuestro país, específicamente, pero también a nivel mundial vuelve a establecer reglas de juego donde el río y la naturaleza son considerados mercancías que pueden comprarse y venderse. Y lo que hasta hoy pensábamos garantizado (no solo por las leyes, sino por un sentido básico de cuidado de la vida), vuelve a ser amenazado y nos interpela. Son tiempos de volver a despertar en acciones de cuidado y de lucha, en prácticas de reconexión con la naturaleza, con nuestro ser interior y con quien tenemos al lado. Nos quieren imponer el individualismo y la competencia, pero sabemos que son tiempos de recuperar la comunidad y la palabra colectiva. En ese sentido,los ríos que nos atraviesan nos invitan a la unión, al diálogo y al entendernos como parte de una gran comarca de agua, donde no podemos pensarnos de manera fragmentada.
Hoy nos reunimos para celebrar pero también para sentar nuestra posición como pueblo que desea el buen vivir. Reivindicamos nuestro derecho a la tierra, nuestro derecho a vivir en un ambiente sano, nuestro derecho a acceder a los ríos y arroyos, a cuencas hídricas sanas, que nutren cual venas, nuestros grandes ríos de la provincia, y a que esos cursos de agua sean tesoro de biodiversidad, fuente de alimentos, de agua, de comunicación, de cultura y de identidad, y no vertederos de basura, desechos industriales y de ciudades, un canal navegable cada vez más profundo y destruído. Reafirmamos nuestro derecho a sentirnos vertebrados e integrados por el río Paraná, río, que corre, libre y nos libera. Porque ya lo dijeron quienes nos precedieron en la lucha ambiental, “ríos libres para pueblos libres”.
Firman este documento:
-Secretaría de Defensa de Bienes Naturales Comunes de AGMER
-AGMER Seccional Paraná “Susana Peta Acevedo”
-Foro Ecologista de Paraná
-Fundación CAUCE: Cultura Ambiental – Causa Ecologista.
-Fundación Eco Urbano