Por César Pibernus (*)

Hoy el Gobierno provincial envió a Agmer una nota informando que la semana próxima nos convocará como sindicato docente a un “ámbito de negociación”.

La escuetísima comunicación no define ni fecha para la convocatoria, ni el tipo de ámbito en el que propone discutir, ni si presentará una propuesta o no.

Sólo dice eso.

Es una respuesta muy discreta e intencionalmente inconclusa a las contundentes expresiones de lucha docente que se han sucedido en los últimos meses.

El encendido escenario de conflicto que los trabajadores de la educación han sostenido es consecuencia de la sordera esgrimida por el Gobierno ante las múltiples demandas por mejores condiciones de enseñar y aprender en Entre Ríos.

Quedará en la historia de la docencia entrerriana, entre tantas otras cosas, aquellos larguísimos meses en que los trabajadores sólo veíamos al Gobernador en afiches o en programas como el de Alejandro Fantino, mientras el conflicto iba creciendo entre quienes vivíamos en Entre Ríos.

En la experiencia concreta, este es un Gobierno que ha desdibujado la idea de “diálogo”, alentando otras formas de intervención ante los hechos consumados, formas que incluyen denuncias ante la justicia contra los trabajadores, persecución del derecho constitucional de huelga, operaciones de prensa o agravios de punteros partidarios como los vividos esta semana por docentes de Villaguay.

Es claro que, a esta altura, la convocatoria del Gobierno debería ser más contundente, más clara, debería expresar un compromiso real por resolver los problemas de la educación provincial no sólo en cuanto a lo salariar -cuestión de la que no ha querido hablar- sino también debería dar líneas explícitas de acción sobre todos los aspectos del sistema educativo entrerriano, como lo son infraestructura, comedores, transporte por mencionar algunas.

El lunes los secretarios generales de Agmer se reunirán para evaluar la situación, mientras tanto, los docentes seguirán movilizados como en Villaguay, donde marcharán en repudio a la persecución y el apriete vividos esta semana.

Si no hay respuestas claras, la docencia profundizará la lucha. Ha resuelto en el marco de Agmer, por congreso y a través de la participación de miles de docentes en asambleas en las escuelas, un plan de lucha de 72 horas si continúa el bicicleteo del Gobierno.

Este colectivo de trabajadores exige respuestas, está dispuesto al diálogo en tanto haya voluntad política para resolver los problemas de la educación, no será decoración de ningún cierre de campaña y seguirá siendo sujeto político activo en la defensa de la escuela pública y del digno trabajo de enseñar.

(*) Secretario de Organización de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer). Representa a la minoría Rojo y Negro.