Un 1° de Mayo distinto

Un 1° de Mayo distinto

Un 1° de Mayo distinto

A los compañeros trabajadores.
A los trabajadores de la educación.

Como cada año, este 1° de Mayo nos encuentra a los trabajadores de todo el mundo conmemorando nuestro día, como es nuestro compromiso y nuestra práctica de clase. Pero este Día del Trabajador nos encuentra en una situación inédita, la pandemia que enfrentamos activamente cumpliendo con el distanciamiento físico y los cuidados necesarios para detener el avance del virus. Sólo por eso es que este primero de Mayo es distinto y no estaremos en las calles.
Es el día en que en cada rincón, en cada hogar de trabajadores, en cada organización, en cada sindicato, se pasa revista a la historia de nuestra clase, nuestras luchas, nuestras conquistas y la memoria de nuestros mártires. La cuarentena no nos impedirá que mantengamos esta práctica.
Hoy, este ejercicio de la memoria nos une a la historia de los trabajadores que nos precedieron y nos ayuda a asumir qué compartimos y qué nos liga a los mártires de aquella huelga de 1886 por la jornada de ocho horas. Pero también nos ayuda a recoger y reivindicar como propios los sacrificios de aquel esclavo tracio que hace más de 2 mil años dirigió la rebelión más importante contra el imperio romano; las luchas de los obreros campesinos que se levantaron contra la opresión feudal; las gestas de los trabajadores de todo el mundo que en el siglo XX enfrentaron y liberaron a la humanidad del terror de los fascismos que primero comenzaron prohibiendo las organizaciones obreras y terminaron industrializando la tortura y la muerte en los campos de concentración; y en estos días a cada huelga de trabajadores que se declare en Francia, en Estados Unidos, en Colombia, Chile o cualquier provincia argentina. Pero también hacemos propia la historia del Antonio Rivero, el obrero rural entrerriano que enarboló nuestra bandera en las factorías inglesas en Malvinas; los trabajadores de los astilleros correntinos que pararon la producción para no colaborar con aquél crimen de la guerra contra los hermanos paraguayos; los cientos de trabajadores inmigrantes que celebraron en nuestra Argentina la fecha del 1° de mayo de 1890, como por primera vez se hacía en todos los países del mundo; los obreros mártires de la Patagonia Rebelde y los de los talleres Vasena en 1919; las revueltas portuarias en la Entre Ríos de la primera mitad del SXX; cada uno de nuestros 30 mil que se llevó la dictadura y en este siglo, los nombres de Carlos Fuentealba, Sandra Calamano y Rubén Rodríguez.
En este 2020, la emergencia ante el Covid nos tiene a los trabajadores sosteniendo las escuelas, la salud pública, el resguardo de la infancia y la solidaridad activa en los comedores populares.
”Aprendizajes, contextos escolares, saberes pedagógicos se encuentran en una encrucijada, las dificultades que enfrentamos en el marco del aislamiento social preventivo y obligatorio, permiten poner en tensión todo lo que conocemos sobre nuestro sistema educativo y las respuestas que podemos brindar”, decíamos hace poco más de una semana1. Y es así porque la situación de emergencia sacó a la luz y agudiza todas las desigualdades e injusticias que vive nuestro pueblo, y en él los sectores más desprotegidos.
También afirmamos que al salir del aislamiento “nada puede volver a ser como era. Es la oportunidad de nuevas construcciones, en las cuales la escuela pública y los trabajadores de la educación sindicalizados, el conjunto del pueblo y las representaciones de las organizaciones sociales, tengamos la posibilidad de llevar adelante el debate educativo necesario y urgente”. Que esta jornada nos tenga a los trabajadores de la educación preparándonos para ese debate necesario.
Aunque hoy es día de memoria y lucha antes que de festejo, sobran méritos para que felicitemos a cada uno de nuestros compañeros por el coraje, la conciencia y el compromiso manifestado en cada jornada.
Reivindicamos a cada delegado de nuestras escuelas, cada congresal de nuestra seccional, cada militante de Agmer Paraná, cada trabajador de la educación que sostiene garantiza y protagoniza nuestras luchas.
Compañeros: En nuestro Día Internacional del Trabajador, enviamos a cada uno un apretado, cálido y combativo abrazo.
¡Que vivan los trabajadores!
¡Que vivan las luchas de los mártires de Chicago de 1886!
¡Que vivan los que luchan!

Junta Ejecutiva – Agmer Paraná