Compartimos un texto de la compañera Ana Ponce, delegada gremial en dos instituciones educativas del departamento Paraná. En el mes del “Ni una menos” nos invita a reflexionar sobre la invisibilización de las mujeres como otra forma de violencia del Estado, profundizada con el vaciamiento del IOSPER (hoy destruido para crear la OSER).

Escribir es quitar pieles, descorrer membranas, apartar tejidos y epitelios, desarticular la fusión de letra y sentido, deshacer la escritura para hacerla, rehacerla y deshacerla hasta el infinito de la línea (…) Tununa Mercado

Como lo afirmó la Comisión Directiva Central de AGMER el pasado 6 de junio: «Nuestro sindicato seguirá de pie en la lucha contra el ajuste, el saqueo y en la defensa permanente de los derechos de las y los trabajadores de la educación, sin soltarle la mano a nadie y con la certeza de ser fraternos, firmes y solidarios en los tiempos difíciles.»

Y agregó: “más temprano que tarde volveremos a tener una obra social transparente y con sentido colectivo, respondiendo a cada necesidad, conducida por sus únicos y exclusivos dueños: las y los trabajadores de todos los estamentos del Estado. Y lo haremos en unidad y en la lucha”.

La coyuntura nos invita a reflexionar en el mes del “Ni una menos”, es insoslayable la invisibilización de nosotras, como otra forma de violencia del Estado: el vaciamiento del IOSPER anuló la cobertura de salud reproductiva (anticonceptivos), de suplementos de hierro y vitaminas para lactantes, poniendo en jaque al Plan “Buena Leche”; de medicación oncológica, renal, de diabetes y crónica, las coberturas en ópticas, la cobertura de sesiones de psicología y fonoaudiología, las demoras que ocasiona centralizar la realización de ecografías y mamografías en el CEMENER (Oro Verde) y el análisis de las muestras de los patólogos en la ciudad de Córdoba, que demora meses cuando exigen resultados casi inmediatos para saber el diagnóstico.

Nuestra obra social ha sido constituida por miles de mujeres aportantes a lo de largo de los años que han sostenido la salud de sus familias y la nuestra por el principio solidario, además han reclamado y visibilizado sus demandas con la representación del directorio obrero docente, que siempre bregó por dar una pronta solución  a innumerables familias, con las situaciones burocráticas de los tratamientos y/o las demoras o inconvenientes con las drogas para los tratamientos, en su mayoría oncológicos que ponían en riesgo su vida y la realidad de su familia.

En el sindicato aprendimos por qué era social, solidaria, y conducida por los trabajadores elegidos por votación directa, es decir, por qué la conducía un directorio obrero cuyo presidente es elegido entre sus pares. Tiene siete directores, cada uno representa a un sector de los trabajadores provinciales: docentes, policías, jubilados, trabajadores del IOSPER, estatales, municipales, judiciales-legislativos.

En el sindicato aprendimos por qué que la teníamos que defender de patronales como las actuales, que nos empobrecen, precarizan y ahora nos saquean con la connivencia del tratamiento exprés de una nueva ley en ambas cámaras.

Pasarán a la historia como traidoras las dos senadoras del PJ (Nancy Miranda y Gladys Domínguez) y los diputados oficialistas que el viernes pasado en seis horas le regalaron nuestros aportes a un gobierno que miente, saquea y “mata” con una intervención que aumenta prestaciones, que tiene miles de amparos en la justicia por falta de medicamentos, como continuidad en tratamientos oncológicos, crónicos, pañales, prótesis, etc. que malversa los gastos.

Insistimos en reflexionar en nuestra invisibilización desde la salud y también en lo salarial: la docencia es una tarea/profesión mayormente feminizada. Es decir, es ejercida por mujeres en un alto porcentaje (al igual que la enfermería, por ejemplo), siendo una de los empleos estatales peores pagos y reconocidos en cuanto a la carga de trabajo presencial y no remunerado (planificación, correcciones, reuniones, etc.).

Violencia también es invisibilizar, y el Estado es responsable de ello.

Ana Ponce- Delegada Gremial de AGMER Seccional Paraná: “En mi NyC (nacida y criada) con IOSPER, mi mamá docente y aportante a la obra social de la provincia, cuatro hijas y esposo adherente. Mi carrera terciaria continué afiliada como hija estudiante, cuando me recibí y empecé a trabajar me convertí en afiliada y aportante” Mi historia clínica está escrita con la cobertura del IOSPER.