Visita al Jardín Lúdico Expresivo “Betito”
Trabajar con las infancias para que el derecho a la educación de adultos y adultas sea pleno
Visibilizar nuestra tarea es un deber, un desafío que no podemos olvidar, es necesario. Y, si de visibilizar hablamos, no hay mejor oportunidad que el Día de los Jardines para compartir con ustedes la importante experiencia de haber visitado el único Jardín Lúdico Expresivo de nuestro Departamento: el Jardín “Betito”. Su nombre hace referencia al diminutivo de “Alberto” y su función fundamental es brindar a cada uno de los y las estudiantes de la EPJA N°157 “Alberto Gerchunoff” el apoyo necesario para llevar adelante el cursado de sus estudios.
Llegamos al Complejo Escuela Hogar e ingresamos pasadas las 20, la puerta de la sala se abrió y la imagen fue distinta, entrar a un jardín de noche no es una experiencia habitual. Ahí estaban las “Seños” con una sonrisa enorme y sus “gurises” haciéndoles el “aguante” a mamás y papás que no abandonan el anhelo de culminar sus estudios. Así, mientras las y los adultos cursan, los más pequeños y pequeñas van tejiendo sus propias experiencias en el Jardín.
Las compañeras Analía Suarez, Gisela Haller y María Alejandra Pérez, son quienes cada noche están cargo de las dos salas que funcionan en este momento, con niños y niñas desde 1 a 5 años. Las inscripciones se realizan de acuerdo a nuestro Marco Normativo, con algunas particularidades, por ejemplo, se consideran los hijos e hijas de alumnos y alumnas de primaria que continuarán la secundaria.
En este punto, nos comenta la Seño Analía la importancia del vínculo que forman con las familias. Muchas veces intervienen amorosamente alentando a los papás y las mamás a seguir los estudios, cuando el desánimo aparece debido a difíciles situaciones de vida. Hasta tres generaciones transitan estas aulas y pasillos entre las 19 y las 22.
La organización horaria está orientada por la merienda que reciben a las siete de la tarde y la cena a las 21:40, la última es conjunta, niños, niñas, padres y madres cenan en familia para fomentar la importancia de compartir este momento. La hora en la que cada niño se retira está mayormente supeditada a la organización horaria de su mamá o papá, si faltan profes muchas veces los retiran antes.
Presenciar el momento en que entra mamá con su mochila a buscarlos es, sin dudas, conmovedor. En diálogo con dos de ellas pudimos advertir cómo viven esa experiencia con alegría y satisfacción, tal vez por la tarea cumplida de haber podido asistir a clases con la seguridad de que sus hijas e hijos están cuidados, seguros y transitando también sus propias experiencias de aprendizajes significativos.
Infraestructura y recursos, lo que no abunda.
El Jardín “Betito”, por el momento, no cuenta con equipo sanitario propio, utilizan las instalaciones del baño de mujeres de la escuela. Cada jornada las docentes adecúan el lugar con el cambiador, el adaptador y los enseres de higiene, limpieza y perfumería que requieren los y las niñas de esas edades. Y decimos “cada jornada” porque debido a que ese sanitario es de uso del alumnado de la escuela diurna, no puede quedar hasta el día siguiente con los elementos del Jardín.
De la misma manera arman y desarman cada noche los escenarios lúdico-pedagógicos de las salas, ya que a la mañana funcionan en esas instalaciones las aulas de primer grado de la Escuela N° 1 “Dr. Blas Pérez Colman”.
Nuestras compañeras realizan sus Proyectos y Secuencias adecuados a esta realidad áulica y teniendo como eje fundamental para el desarrollo de los contenidos el Juego. Realizan sus registros diarios y presentan carpeta a su Directora de Radio, Mónica Giqueaux, cada 15 días.
Al finalizar el ciclo cada uno de los niños y niñas se lleva su carpeta en hoja A3. Un punto a destacar, porque este Jardín no tiene promoción, es decir los niños y niñas asisten además a un jardín diurno para cumplimentar el Nivel y ser promocionados al Nivel primario. Las familias colaboran con materiales en los Jardines a los que sus hijos asisten de día, lo que supone una situación complicada para pedir colaboración en Jardín “Betito”. Nuestras compañeras son entonces quienes arbitran a diario los medios para conseguir los recursos necesarios para realizar cada actividad, que se vuelve más significativa aún por no contar con Ludoteca ni ADM (Aula Digital Móvil).
Un abrazo y el agradecimiento mutuo.
Habían pasado 40 minutos de la hora 21, cuando nuestra visita fue llegando a su fin. Ya se habían retirado varios niños y niñas, las salas empezaban a vaciarse y el silencio, a llenar los pasillos. Salimos para tomar algunas fotos y despedirnos. Los abrazos con las compañeras hablaron por si solos, y las palabras que los siguieron fueron reconfortantes: “Gracias, porque nos sentimos solas, gracias, porque mucha gente cree que somos una ‘guardería’, gracias por acordarse de nosotras”. Pero el agradecimiento es mutuo, porque nos vamos de allí con un aprendizaje.
Salimos caminando por el estacionamiento, pensando en el enorme trabajo, silencioso y constante, pleno de solidaridad que llevan adelante nuestras compañeras maestras y las familias. Una lucha cotidiana emprendida desde un rincón perdido que tiene en su diario trajinar las ganas de transformar sus vidas.
Y también, tratando de razonar cuánto falta por hacer, cuántos Jardines Lúdico Expresivos necesitamos para que muchas más personas adultas, tengan la posibilidad de culminar sus estudios.
Educación, necesidad y derecho.
La Ley 26.206 Ley de Educación Nacional en su Título l, Cap. 1, art 3 y en su Título ll, Cap. lX, art. 46 y art.48 inc. a, garantiza el Derecho a la Educación para todas y todos los habitantes de nuestro país a lo largo de toda su vida y atendiendo a las diversas situaciones socioculturales y personales de la población.
En la ciudad de Paraná, funcionan más de veinte escuelas de la Modalidad Jóvenes y Adultos (entre primarias y secundarias). Sabemos que un gran número de las personas que asisten a estas instituciones educativas son jefes o jefas de familia, y esto indudablemente implica un desajuste en la organización familiar.
Tener la posibilidad de terminar sus estudios y soñar con una mejor calidad de vida es, por supuesto, una oportunidad valiosísima, pero no contar con una persona que pueda ocuparse de sus niños y niñas es una problemática que muchas veces deja diezmada esta oportunidad.
Entrevista y texto: Roxana Caballero (Secret. de Nivel Inicial de AGMER Paraná)
Edición y fotos: María José López Ortiz (Secret. de Prensa de AGMER Paraná)