Plata hay
Declaraciones del Plenario de Secretarias y Secretarios Generales de AGMER, 26 de marzo de 2024.
Compartimos las declaraciones del Plenario de Secretarias y Secretarios Generales de AGMER, que se reunió el martes 26 de marzo en Paraná luego de la audiencia de Paritaria Salarial. Dichas declaraciones nos ofrecen algunos puntos cruciales para el debate al interior del colectivo docente, de cara a la próxima reunión a concretarse el viernes 5 de abril. Invitamos a su lectura atenta, hoy más que nunca, ante la necesidad de fortalecer la unidad en la lucha, la defensa de la democracia y la escuela pública.
El drama que nos trajo el gobierno nacional y la urgencia salarial de la docencia entrerriana
El Plenario de Secretarias y Secretarios Generales, junto a su Comisión Directiva Central de AGMER, reunido en Paraná, el 26 de marzo de 2024, declaran a la docencia entrerriana y la comunidad en general, lo siguiente:
Plata hay: la variable de ajuste no pueden ser las y los trabajadores ni el sistema público.
El gobierno nacional lleva adelante un brutal ajuste que recae sobre el conjunto de la población. Es de tal magnitud que impregna las múltiples capas de nuestra sociedad: cierres de pymes, suspensiones de producción, despidos, paralización de la obra pública, desfinanciamiento del sistema de salud, recortes en educación, entre tantos otros. El proclamado déficit cero que persigue el ejecutivo nacional también se traduce en un recorte a la coparticipación a las provincias desfinanciando los presupuestos provinciales.
Sin embargo, a la hora de los recortes, no contempla como parte del gasto público el pago de la Deuda Externa. Esta es la principal carga de nuestra economía. En el mes de febrero se pagó solo de intereses de deuda la suma de $1,1 billones mientras que “los gastos corrientes disminuyeron 29,5%. Las mayores caídas se concentraron en jubilaciones y pensiones (33,9%), AUH (4,4%), asignaciones familiares (27%), PAMI (41,1%), provincias (89,8%), energía (61%) y transporte (68,6%)”. Las cuentas son claras, se ajusta al pueblo para pagar una deuda contraída en el gobierno de Macri por el actual ministro de economía, Luis Caputo; 50 mil millones de dólares que fugó el sistema financiero.
A este escenario de carencia objetiva de las condiciones de vida, se le suma la intimidación discursiva.
Vivimos en tiempos de violencia verbal y simbólica inusitados, dramáticos. Ya no es novedad, los medios de comunicación hegemónicos, alineados con el poder económico y financiero, son usinas desde donde salen agravios sistemáticos, descalificaciones, mentiras burdas, amenazas y persecuciones a quienes piensan distinto. Y las redes, plagadas de trolls, atacan sin pudor replicando tanta basura. El mismo presidente de la nación alienta y reproduce mensajes cargados de violencia y desprecio. Como fue antes con la llamada “grieta”, ahora las y los ciudadanos desayunamos con la “casta”, almorzamos con la “casta” y nos vamos a dormir con la “casta”. Al verdadero poder le fascinan las palabras bisílabas y los motes, las lanzan y otros las replican una y otra vez sin siquiera pensarlas. Mientras vivimos en este paroxismo oprobioso, día tras día cientos de argentinas y argentinos son condenados al desempleo, la pequeña y mediana industria cierra sus puertas, la clase media se hunde en la pobreza y los sectores más vulnerables –desamparados de un Estado que ya no está a favor de los humildes y ninguneados, víctimas de un sistema que jamás fue justo para ellos- ni siquiera cuentan con comedores y merenderos donde, esquivar un momento al menos, el hambre. El hambre que es físico y también ético, porque parece que estamos en presencia de un ejecutivo nacional que disfruta al negar un plato de comida, un grupo que goza al transitar sus días eliminando derechos, quitando medicamentos a nuestras jubiladas y jubilados y jugando con la salud de la población.
No dudamos en afirmar que el gobierno nacional desprecia la Democracia y el imperio de la Constitución.
Fueron felices hasta la Revolución del Parque –que motorizó el surgimiento de la Unión Cívica Radical, y luego la Ley Nacional Electoral, fines del siglo XIX y principios del XX-, su ideario de Patria es pre industrial (por ello la aborrecen) son unitarios, y desprecian a las provincias, por tanto. Por eso el ciudadano presidente pretende manejar el país y a los estados provinciales como un patrón de estancia, bajo la extorsión y el apriete a los gobernadores, negándoles los legítimos recursos coparticipables hasta que le aprueben la Ley Bases y el DNU (viciados de nulidad constitucional escandalosa). Con una devaluación pocas veces vista en la historia, una inflación descontrolada que golpeó con ferocidad nuestros salarios, estancamiento y pérdida del poder adquisitivo, el grupo hegemónico frenó en seco una economía ya golpeada y la empujó, con fuerza, marcha atrás. Hoy, la dicha economía, en todos sus aspectos, se encuentra en retroceso, desbastada.
En este escenario de “carencia” planificada y de Democracia de “baja intensidad” las y los docentes entrerrianas/os disputamos nuestra situación salarial, que es dramática. No nos cansaremos de decirlo, donde sea, AGMER es autónoma de los partidos políticos. Nuestra organización sindical no es oficialista, tampoco dedica su tiempo en la oposición. Necesitamos ser muy claros y andar sin rodeos, dos elementos orientan nuestro rumbo irrenunciable: nuestra voluntad al diálogo (siempre) y la firmeza en nuestros reclamos. Somos un sindicato, no un partido político. Para nosotras y nosotros: partido y sindicato van por andariveles distintos, y ambos con resguardo constitucional, no nos confundamos y que no nos confundan. Tal es la democracia en nuestra AGMER que las aceptaciones o rechazos de las propuestas salariales o los planes de acción, no les corresponde a la Conducción, sino al Congreso de nuestra entidad.
Desde esa construcción histórica, hablamos y decimos.
El presidente de la Nación Argentina, mediante el apriete y la extorsión, es quien dinamita el rumbo de las provincias. Y al hacerlo, directa y llanamente también ataca y golpea regresivamente al salario de las y los docentes de la provincia. No solamente por negarle a Entre Ríos los recursos coparticipables, además el intento de Milei de eliminar el FONID recorta directamente nuestro salario, que pasaríamos –en una de las peores crisis- a cobrar menos. Pero también, la eliminación de las partidas para comedores, refacción, construcción, terminación, mantenimiento edilicio ya muestran el estado de abandono al que se exponen las comunidades educativas, como lo han venido alertando las asambleas departamentales de nuestro sindicato.
Manifestamos al gobernador de la provincia que acompañaremos al ejecutivo y al conjunto de los legisladores (independientemente de los partidos a los que pertenezcan) si la decisión es defender el federalismo y los intereses de todas y todos los entrerrianos, frente a las políticas regresivas del ejecutivo nacional, que atentan contra nuestro salario. Si es así, ahí estaremos sin dudarlo.
Pero al mismo tiempo, advertimos que las y los trabajadores no pueden ser la variable de ajuste.
Si el gobierno nacional restringe la coparticipación, la actitud del gobierno provincial no puede ni debe ser la de trasladar el ajuste en la provincia. Tal como lo señalamos más arriba, plata hay, pero se ponen todos los recursos del estado para pagar los intereses de la deuda externa en lugar de garantizar la vida digna de la población.
Señor Gobernador, tomamos su propuesta de campaña enunciada en la plataforma de gobierno, como palabra empeñada. Cuando dijo que “la educación será una prioridad” y que se “garantizarán las condiciones materiales y a convocar a los docentes para acompañar este objetivo prioritario”. Sobre esto, señalamos dos aspectos que deben ser puestos como condiciones imprescindibles: el salario docente que nos permita sostener los proyectos de vida y la infraestructura escolar que garantice lugares dignos para enseñar y aprender.
Es por ello que en este escenario de urgencias, vemos como imperativa la necesidad de darle continuidad a herramienta de la paritaria, como herramienta central de movilidad salarial ascendente y de respuesta al proceso inflacionario. En este punto, es central, contar con un salario que no sienta ningún recorte en su poder adquisitivo.
AGMER se declara en estado de alerta permanente y deliberativo exigiendo una propuesta salarial para ser debatida en el conjunto del colectivo docente.
Finalmente, advertimos sobre la situación de malestar y de angustia de vastos sectores de nuestra sociedad, que se han expresado en manifestaciones masivas en muchísimos lugares del territorio nacional, como las marchas del 24/01; del 8 de marzo y –recientemente- en el día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, movilizaciones que serán todavía más constantes si no se abandonan las políticas de ajuste feroz, que causan pobreza, exclusión social y pérdidas de compatriotas. No permitamos que la verdadera casta se siga riendo de nosotras y nosotros en sus despachos ministeriales y grandes consorcios empresariales. Que una vez en la historia no siempre ganen a costa del pueblo.
Plenario de Secretarias y Secretarios Generales, 26 de marzo de 2024.